Estadio donde el equipo de Vélez Sarsfield se hacía fuerte y daba pelea hasta el final. Lugar difícil para cualquier cuadro visitante. En 1935, Hugo Marini, por entonces titular de Deportes del diario Crítica, bautizó con este apelativo a la cancha de Vélez, levantada en Villa Luro, entre las calles Basualdo, Schmidel, Guardia Nacional y Pizarro.